En general, se denomina Indemnización de perjuicios a aquella acción que la ley otorga al sujeto que ha sufrido un daño proveniente de un incumplimiento contractual o bien, que ha sufrido un daño por un hecho atribuible jurídicamente a otro, cumpliendo ciertos requisitos legales, y cuyo objetivo es obtener, a título precisamente de indemnización, una cantidad de dinero equivalente a la utilidad o beneficio que a aquel contrato le hubiese reportado o bien que compense el daño causado que el titular de la acción no tiene la obligación de soportar.

La ley obliga a indemnizar todos los perjuicios causados que provengan directamente del incumplimiento contractual o del hecho que causó daño, esto es, perjuicios patrimoniales y perjuicios morales.

En el ámbito contractual, conjuntamente con la indemnización de perjuicios se persigue lograr el cumplimiento forzado de la obligación incumplida o bien, en la imposibilidad de lograrlo la resolución del respectivo contrato.